Vinos patagónicos, un territorio de fantasía. Más allá del Río Colorado y hasta Ushuaia, se extiende una Patagonia que la imaginación puebla de viajes y en esos viajes, emergen algunos vinos para descubrir. Es verdad: si hasta ahora la Patagonia del vino era Río Negro y Neuquén, se suma ahora Chubut como región productora y se extiende el horizonte del vino y la fantasía.
Suma 3500 hectáreas de viñedos en un clima diferente al resto del país, con más horas de sol y más ventoso. Allí los viñedos permiten elaborar vinos con carácter propio, principalmente con cepas blancas y tintas como Merlot y Pinot Noir. Pero claro, es difícil hablar de un único carácter de vinos patagónicos, porque cada rincón es diferente. Y ahora se pueden conseguir algunos ejemplares a tiro de bolsillo para empezar a armar tu propio recorrido para el viaje, sea imaginario o real. Anotá.
Malma Finca La Papay Sauvignon Blanc (2015, $125). Desde San Patricio del Chañar, Neuquén, este blanco ofrece un perfil moderno y profundo con aromas de ruda, cítricos, buena expresión, y un trazo vegetal que recuerda a las arvejas. Es un Sauvignon con boca herbal, andar amplio y trazos de pasto es el fondo del sabor.
Miras Jovem Semillón (2015, $147). Marcelo Miras es uno de los enólogos más activos en la creación de vinos patagónicos. Con años de carrera en Humberto Canale, Fin del Mundo y muchos otros proyectos de la región, hoy lleva adelante una pequeña bodega familiar donde produce vinos delicados y elegantes. Entre sus blancos se destaca este Semillón producido con uvas de un antiguo viñedo de Río Negro. Aromáticamente austero, con rico caudal frutal, sorprende en boca con buena amplitud y fluir chispeante.
Desierto 25 Cabernet Franc (2014, $175). Ubicada en 25 de Mayo, Bodega del Desierto es el único emprendimiento vitivinícola de La Pampa. Con más de diez cosechas en su haber ofrecen vinos de excelente calidad y precios siempre convenientes. Fueron de las primeras bodegas en lanzar al mercado un Cabernet Franc varietal, tinto que hoy ofrece un estilo fiel a la cepa, moderno, brioso y sabroso.
Extra: se presentaron en Buenos Aires los vinos patagónicos elaborados en Chubut. Ojo con el Sauvignon blanc de Familia de Bernardi o el blend de Pirque Custos Chardonnay-Sauvignon de Bodega Cavas del Sur, en el Hoyo de Epuyén. (ampliaremos).
Aniello 006 Blanc Pinot Noir (2015, $175). Bodega Aniello es un productor patagónico decidido en demostrar el potencial de los vinos de Mainqué (Río Negro). En los últimos años además de recuperar un viejo viñedo y variedades casi extintas en la región se animan a producir vinos curiosos como este blanco de tintas donde el secreto es una mínima maceración previa al prensado. El resultado es un vino blanco con tonos apenas rosados que entre sus aromas destaca tonos florales y de frutos rojos frescos. En su acidez exacerba la frescura y sentencia un final prolongado. Es un vino para lucirse en mesa de conocedores con quesos y patés.
Saurus Select Sauvignon Blanc (2016, $185). Hay que prestarle más atención a los vinos patagónicos de variedades blancas, porque se las traen. Muestra de ello es este Sauvignon Blanc de Familia Schroeder, que consigue cautivar al bebedor con una ecuación tan simple como lograda. Amarillo pálido a la vista, propone una aromática en la que mandan los trazos cítricos, como de limas o limón, y también recuerdo de pasto. Bien fragante. En Boca es ligero, chispeante y de buen nervio, con sensación acuosa y paso ágil.
Humberto Canale Old Vineyard Riesling (2016, $190). Sexta vendimia para este varietal que la familia Canale rescató de sus más antiguos viñedos. Su aromática frutal recuerda a duraznos, peras y limas. Al paladar es donde hace toda la diferencia: de ataque seco y caudaloso, con volumen inusual para un blanco sin madera, ofrece una tirante y delicada frescura mineral. De largo sabor frutal, es un raro y rico vino en el panorama local.
Mantra Pinot Noir (2015, $200). En los últimos años Bodega Secreto Patagónico tomó un fuerte envión de la mano de la sangre joven de la familia Groppo algo que les permitió lograr un atractivo porfolio. Bajo la marca Mantra cuentan con vino jóvenes, reserva y hasta espumosos. Su Pinot Noir es de color cereza de profundidad media y buen brillo. Aromáticamente se vale de la fruta roja fresca como cerezas y frutillas con guindas al marrasquino de fondo. Paladar ligero y fresco que imprime sabores francos y delicados. Medio de boca expresivo con taninos sedosos que resultan en un final amable.
Primogénito Cabernet Sauvignon (2013, $210). Tinto sobrio y tradicional. Aromas de frutos negros y rojos se funden con tonos herbales y de especias dulces. Entre los frutos se aprecia el cassis maduro y las moras. Entre las especias la pimienta roja y las hierbas aromáticas se intercalan con los tonos ahumados del roble. Aborda el paladar con buena intensidad pero a la vez con sutilezas. Fluye envolvente con buena frescura y textura aterciopelada. Taninos amables y jugosos, final prolongado.
Manos Negras Red Soil Pinot Noir (2012, $220).Pinot Noir elaborado por Alejandro Sejanovich con uvas de Neuquén que crecen sobre un curioso suelo de manchas rojizas. Gracias a las características de este suelo y el clima de la región el Pinot Noir logra muy buena tipicidad aromática y un paladar curioso. En nariz el primer impacto es frutal y recuerda a las cerezas maduras, guindas y coulis de frutillas. Ataque seco y fresco con fluir graso y envolvente. Un Pinot para amantes de vinos delgados y fáciles de beber.