Regalar vino se ha convertido en una rica costumbre. Y lo bueno es que más allá de lo que se pueda invertir en una botella siempre hay opciones para satisfacer todos los gustos. Esto convirtió al vino en uno de los productos más regalados en navidad o, por lo menos, en el presente ideal de fin de año. Como si fuera poco, regalar un buen vino siempre da buena impresión e imprime cierta sofisticación en quién lo hace.
El asunto con obsequiar botellas es que, frente a la amplitud de la oferta, es difícil saber qué vino resulta perfecto para cada bebedor. Para no equivocarse, lo importante es prestar atención al perfil del vinómano que romperá el envoltorio. En plan de lucirse con jefes, clientes, amigos y familiares, te contamos cuáles regalar según el perfil de cada bebedor.
Expertos bebedores. Pueden ser los más complicados de sorprender. En sus perfiles de Facebook e Instagram ostentan etiquetas que pocos conocen pero que son las marcas joyas del mercado. La sugerencia es buscar vinos novedosos y menos tradicionales, como para dar con una etiqueta que les falte probar. Algunos ejemplos, serían: Gran Enemigo Cabernet Franc (2010, $890), uno de los tintos argentinos más premiados, para mostrarse a la altura de sus pretensiones; también Gran Dante Bonarda (2011, $300), la apuesta top de la bodega Dante Robino por la variedad; mientras que una novedad poco conocida podría ser Begani Master Blend (2009, $510), de Bodega Lamadrid, recientemente lanzado al mercado.
Tomadores clásicos. Para ellos las etiquetas y bodegas tradicionales son y serán el non plus ultra del mercado. Así es que no hay que buscar demasiado. Pero aún esas bodegas ofrecen novedades. Por ejemplo, Luigi Bosca lanzó este año clásicos con cierto modernidad, como Finca La Linda Smart Blend (2012, $150). También Terrazas de los Andes hizo lo propio con su Barrel Select Red Blend I (2013, $240), mientras que Norton lanzó Quorum III ($245), corte de añadas y variedades como Petit Verdot, Malbec y Tannat.
Recién venidos al vino. El vino es tendencia de consumo y en cada momento es descubierto por un nuevo bebedor. A estos paladares en formación les queda mucho por descubrir y aprender. Y lo mejor es envolverles algún vino que salga de los sabores clásicos, etiquetas que los ayude a expandir el paladar a nuevos horizontes. En ese plan, Bienconvino es ideal para éstos aprendices: cuatro vinos pensados para dar en el clavo a la hora del maridaje con carnes rojas (Malbec-Cabernet 2014, $190), con pollo o cerdo (Cahrdonnay 2014, $175), pasta y pizza (Malbec 2014, $150) y un blanco para mariscos y pescados (Chardonnay-Torrontés 2014, $115). Ricos y prácticos para aprender algo de maridajes.
De paladar negro. En la mesa del 24 siempre hay alguien que se destaca por sus gustos refinados o poco convencionales. Lucen desde zapatos de diseño hasta llamativos relojes y nunca ocultan sus excentricidades. Para dar en la tecla hay que buscar entre las rarezas caras del mercado. Una buena opción es alguna de las propuestas de Buscado Vivo o Muerto (2013, $750), los flamantes tintos de base Malbec que sólo se compran en forma directa de la bodega. También República del Malbec (2013, $650), que deja a los conocedores sin aliento. O bien El Esteco Chañar Punco (2012, $740), lanzado en noviembre y que inaugura terroir en el noroeste, y Zuccardi Concreto (2014, 415), que acaba de ver la luz. En cualquier caso, regalar un Cabernet Franc, la variedad de moda, sería apropiado. Dos ejemplos: Riglos Gran Cabernet Franc (2013, $329) y Pulenta Gran Cabernet Franc (2011, $420).
Boca de seda. En un país donde los tintos suelen ser intensos y profundos aquellos que disfrutan de las sutilezas y sabores etéreos plantean verdaderos desafíos. Hay buenas y raras opciones para deslumbrar a estos paladares. Cara Sur Criolla (2014, $200) resulta indicado, por su ligereza y frescura; también Miras Trousseau (2015, $145), raro y fresco tinto patagónico; pero si el plan es buscar algo más tradicional, Barda Pinot Noir (2014, $350), tinto de culto, será perfecto. También los blancos son alternativas perfectas. Por ejemplo, Mar y Pampa (2014, $130), elaborado con uvas plantadas en torno a Chapdmalal. También Fuego Blanco Chardonnay (2015, $185), que llega desde la altura sanjuanina para reposicionar la imagen de los blancos de la provincia. O un Chardonnay cremoso y fresco como Salentein (2013, $155).
Burbujamaníacos. Una botella de espumoso es un regalo irresistible. Además, en esta época llegan con elegantes estuches que visten el regalo. Hay para todos los gustos y bolsillos. Opciones deluxe, como Rosell Boher Grand Cuvee Millesime 2008 ($600), considerado entre los mejores exponentes locales, o Saint Felicien 1963 ($450), un Brut Nature de edición limitada lanzado para celebrar las 50 cosechas de la bodega. En plan de beber frescura, recientemente se presentó Chandon relanzó su Brut Nature, bien elegante. Para los fundamentalistas del Extra Brut, una de las mejores versiones resulta Cruzat Cuvee Reserve ($240).
Descorchadores generosos. No conciben una reunión si son menos de diez personas a la mesa. Convocan a asados familiares, reuniones de amigos y cualquier excusa les parece buena para comer y beber. Para ellos hay un regalo perfecto. En 2015 las botellas magnum (1,5 litros de capacidad) ganaron terreno y no sólo en la alta gama. Entre los buenos, bonitos y accesibles está Altos Las Hormigas Malbec Clásico (2011, $285). Aunque, hilando fino (y precio) Bramare Luján Apellation (2012, $746) ofrece un obsequio perfecto, junto con Familia Durigutti (2009, $1200), dos ejemplares de guarda. Incluso hay burbujas en formato extra large, como María Codorniú Extra Brut ($335) y Baron B Extra Brut ($600), ideales de paso para descorchar el 31 de diciembre cuando den las doce.