En los últimos meses llegaron a la góndola del supermercado y la vinoteca una serie de nuevos vinos. Algunos, muy a tono con las tendencias del momento, y otros como lanzamientos puntuales de nuevas bodegas y marcas. Si estás con ganas de probar novedades, en los diez vinos que siguen puede estar tu próxima compra.
Callia Blend de Terroirs ($54). Con esta nueva línea Callia propone experimentar los diferentes terruños sanjuaninos. Son cuatro varietales (Cabernet Sauvignon, Malbec, Syrah y Torrontés), cada uno elaborado a partir de dos viñedos de regiones diferentes. Torrontés 2014 y Malbec 2013 son los más elocuentes. El primero compuesto en partes iguales con uvas de 9 de Julio y Caucete, Valle de Tulum, donde el primer origen aporta trazos frutales y cítricos, mientras el segundo un toque especiado. En el caso del Malbec, la composición también es en partes idénticas, pero con uvas de Pedernal, a 1400 metros de altura, y Zonda, a la mitad de altitud. El primero aporta frescura mientras que los viñedos más bajos concentración, frutosidad y volumen. Una jugada interesante en un segmento donde casi ninguna bodega apuesta por el origen como argumento para sus vinos.
Imago ($60). Con una imagen moderna y colorida, Trapiche apunta al segmento joven con vinos frescos y fáciles de beber, a precio amigable. La marca se compone de cuatro etiquetas, dos varietales, Malbec y Cabernet Suavignon; y dos cortes, uno tinto y otro blanco. El nombre invita a girar la copa y jugar con la imaginación mientras nos transportamos a un mundo de fantasía. Red Blend es el caso ideal, está elaborado con Malbec y Cabernet Sauvignon del Valle de Uco y recibe seis meses de crianza en barricas. Es muy jugoso y eso lo hace ideal para picadas o charlas distendidas donde la excusa es reunirse a pasar un buen momento. También las carnes rojas grilladas le hacen justicia. En cuanto al White Blend las uvas, Sauvignon Blanc y Semillón, también son de altura. Se trata de un blanco chispeante y expresivo que acompaña bien desde quesos maduros a pescados magros y frituras de mar.
Bravío ($60). Uxmal lanzó en noviembre pasado Bravío, vinos novedosos con un mensaje provocador en sus publicidades, apuntado a quienes nunca dudan y disfrutan de la adrenalina. Sus tres varietales (Malbec, Cabernet Sauvignon y Sauvignon Blanc) son elaborados con uvas mendocinas: del Este para el blanco y de Valle de Uco para los tintos. El Malbec es el más logrado, un vino versátil por su estilo moderno, paladar sabroso y aromas frutales. Perfecto para asados familiares o reuniones con amigos en donde reinen las pizzas y las empanadas.
LOVE ($67). Finca Las Moras, bodega de San Juan, se cuenta entre las casas más innovadoras del mercado conceptualmente hablando. A fines de 2014 lanzó una nueva línea enfocada en los millenians romanticones, con un nombre que todos comprenden y que siempre invita a brindar. Sus tintos funcionan bien en mesas concurridas por su estilo amable y jugoso. El Malbec es un hit en para este segmento, elaborado con uvas de Tulúm y Pedernal. Resulta intenso y sabroso, con aromas que recuerdan a los frutos maduros, con tonos ahumados que aportan cierta complejidad. Ideal para compartir con unos fiambres ahumados, quesos duros o bien en la intimidad aprovechando su etiqueta en alguna situación romántica.
Miras Jovem ($96). Desde hace algunos años, el enólogo más prolífico de la Patagonia, Marcelo Miras, despunta el vicio de elaborar sus propios vinos y en familia. Estos son los varietales jóvenes de la casa y, a diferencia de las líneas de algunas bodegas mainstream de este segmento enfocadas en Malbec y Cabernet, ofrece cepas poco habituales como Merlot, Semillón y su especialidad, Pinot Noir. Este último puede resultar adictivo para los fanáticos de la uva ícono de Borgoña. Ligero y frutal, con tonos minerales y terrosos, ofrece una complejidad difícil de encontrar en un Pinot de este precio. Por su parte, el Semillón es otra rareza a destacar entre los vinos de esta línea.
Don David Reserve ($100). Bodega El Esteco presentó un up-grade para su línea fundacional con dos tintos reserve, un Malbec y un Cabernet Sauvignon. Ambos elaborados con uvas de los viñedos que rodean al establecimiento, en pleno corazón de Cafayate. La crianza solo alcanza al 80% del vino y la idea es que la elegancia de la madera no ahogue la expresión del terroir. El Cabernet Sauvignon merece mención especial, ya que ofrece todo el carácter que obtiene en los viñedos de altura, con un paladar delicado producto de algunas innovaciones en la viña por parte de su hacedor, el enólogo Alejandro Pepa. Un tinto que se disfruta con carnes asadas.
Finca La Linda High Vines, Old Vines y Smart Red ($120). Familia Arizu acaba de sumar tres nuevas etiquetas entre sus vinos jóvenes. Con el foco puesto en el terruño son dos varietales single vineyard y un corte tinto. Malbec Old Vines 2012 está elaborado con uvas de Vistalba, Luján de Cuyo, y ofrece una excelente relación calidad-precio por su estilo complejo, que se suele costar mucho más. Sauvignon Blanc High Vines 2014 es originario de Maipú y se ubica en el nuevo estilo de blancos, expresivos, de acidez justa y paladar graso. Por último, Smart Red Blend 2012 despliega el estilo tradicional que define a la bodega. Tres etiquetas para darse un gusto según la ocación.
Mar & Pampa ($120) es, sin duda alguna, la bodega y los vinos que más te van a sorprender. Básicamente por que están elaborados en Chapadmalal, apenas a tres kilómetros del mar y unos pocos más de Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires. Allí hace cuatro años Trapiche instaló una bodega experimental con 11 hectáreas de viñedos de cepas no tradicionales. Hoy sus vinos ya están disponibles en el mercado y representan el futuro de la enología argentina de cara al mar. Cuentan con cinco varietales -Riesling, Gewürztraminer, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Pinot Noir- y dos espumosos. Para obtener un paladar de otro planeta, apuntale a los curiosos Riesling y Gewürztraminer, aunque el Pinot Noir tampoco se queda atrás.
Montchenot Joven ($120). Atentos a las tendencias del mercado la bodega más clásica del país decidió innovar en su porfolio con una edición “Joven” de su tinto emblemático. La composición y elaboración es exactamente igual a la del histórico Montchenot, solo que llega al mercado cinco años antes. Es decir, el corte es Cabernet Sauvignon, Merlot y Malbec, uvas provenientes del viñedo La Marthita de Maipú, y el añejamiento tiene lugar en toneles de hasta 20.000 litros. El vino resulta muy expresivo, con notas a frutos rojos y negros maduros y la complejidad del roble. En boca es intenso y de cuerpo medio. Ideal para organizar una cata comparativa en grupo con otros vinos de la bodega.
Calfulén Reserva ($120). Lanzada al mercado a fines de 2014, la bodega Videla Dorna está ubicada en el Valle Medio de Río Negro y trabaja uvas propias de un viejo viñedo recuperado a orillas del río. Propiedad de los hermanos Carlos e Ignacio Videla Dorna, requintaron y pusieron a producir la centenaria bodega La Esmeralda, que había caído en desuso desde la década de 1960 producto de las crisis de otro tiempo. De sus vinos vale la pena especialmente Calfulén Malbec Reserva, perfecto exponente de la región en cuanto a que ofrece un perfil frutado y levemente vegetal, con un paladar de taninos rodados y frescura elevada, perfecto para poner en la mesa, sea con pastas o carnes rojas.
Alejandro Iglesias