Siempre se habla de las frutas en el vino. Que tal Malbec recuerda a ciruela, que tal Cabernet a arándanos, o bien a mora. Pero en las generales de la ley se les dedica poco espacio a las flores. Y las hay en los vinos. De hecho, hay variedades de uva –y sus correspondientes vinos– que son fundamentalmente florales.
Descubrí los vinos florales
La mayoría son blancas, claro. Pero entre las tintas hay algunas que destacan por su floralidad. Y justo ahora que las fresias se ofrecen con delicadeza, los jazmines comienzan a inundar los jardines y los limoneros y naranjos perfuman el rocío de la madrugada, se impone celebrar la llegada de la primavera con vinos florales.
Vinos como jazmines y azahares
Uno sabe que brota la primavera –aun cuando no haya llegado al calendario– porque el perfume embriagador del jazmín o del azahar acercan la experiencia olfativa a la de la embriaguez.
Hay algo aturdidor y conmovedor en esas flores, algo tan terrenal que eleva el espíritu. Algunos vinos florales tienen la capacidad de encender la primavera.
En este grupo entran las variedades denominadas terpénicas. Claro que con ese nombre no suena ninguna, pero las conocemos a casi todas. La reina de ellas a nivel local es el Torrontés, aunque podemos listar la cosmopolita Moscatel de Alejandría y a la gallega Albariño entre las que destacan.
Se las conoce como terpénicas porque, precisamente, el componente floral está latente en las uvas y la fermentación lo libera en aromas llenos de vida (terpenos como el linalol, geraniol o citronelol abren la caja de pandora olfativa).
Recuerdan en general a jazmín y a flor azahar, en diferente medida, claro, de modo que tienen un profundo espíritu primaveral. A ellos se suman otros matices que en general van de los cítricos como la lima a las notas más tropicales, como el exótico lychee.
Buenos ejemplos de vinos azaharados son el espumante Deseado y los tranquilos Andeluna Torrontés 2023, Anko Flor de Cardón Torrontés 2023, El Esteco Old Vines 1945 Torrontes 2023, Cara Sur Moscatel Amarillo 2023 y también la Bianco D’Uco Malvasía 2023, otra variedad terpénica.
Rosas y nardos
Es una cuestión de matices. En general las uvas que recuerdan a estos aromas son las mismas que mencionamos recién, aunque las Torrontés y Gewürztraminer son las reinas de las rosas y los nardos.
En particular el Torrontés maduro, del norte argentino, llega un punto en su ciclo en que ofrece una intensa y prominente nota de rosas rosadas.
A su vez, mientras que el Gewürztraminer (y en menor medida el Riesling, el Chenin Blanc) puede solapar los aromas de las rosas, es la que presenta con más claridad los nardos, a veces descritos no sin falta de cariño como agua de florero. Es lógico: tienen esa nota algo putrefacta y deliciosa.
Torrontés hay muchos en nuestro medio, Gewürztraminer son los menos. Conviene probar RD Torrontés 2023, o bien El Gran Enemigo Torrontés 2022, Rutini Colección Riesling 2023 y Polígonos de Valle de Uco Chenin Blanc 2023.
Acacias, aromos y otras delicadezas
Toda vez que se haya descansado bajo un aromo en flor a finales del invierno o caminando por un monte de espinillos hacia noviembre, cuando sus flores amarillas y etéreas llenan la vista, la magia de este aroma indescriptible queda para siempre en el recuerdo.
Hay algo de mullido en el algodón de esas flores que evoca una sensación suave y a la vez perturbadora. Lo mismo pasa con la flor de la acacia. Pues bien, en algunos Chardonnay y Semillón con crianza es dable encontrar estas notas tan incitantes.
Entre los vinos que he probado últimamente, la evocación de estas flores aparece en Fin Single Vineyard Semillón 2022, Numina Chardonnay 2023, Buscado Vivo o Muerto El Cerro Gualtallary Chardonnay 2022, Nieto Senetiner Patrimonial Semillón 2023 y Trapiche Broquel Chardonnay 2023.
Violetas y flor de lavanda
El perfume de las violetas es escurridizo. Siempre ocupa un sitio detrás de otro más importante; aunque como algunos lunares definen el carácter de un rostro, las violetas definen los perfumes. Particularmente en los vinos. Y entre ellos, especialmente en el Malbec.
Tiene algo de evocación dulce, la parte hogareña del cedro y el tono hipnótico del sándalo, pero lo que posee de escurridizo también lo suma en energía: una hebra en una copa es suficiente para volverla incitante.
Lo mismo pasa con el lábil trazo de la lavanda. Juntos no evocan la primavera, es verdad, pero traen recuerdos solares y de aire abierto.
Eso es lo que sucede con los Malbec de altura como Altocedro Año Cero Malbec 2023, Piedra Negra Malbec Reserva 2023, Gaia Malbec 2022, Vaglio Chacra Malbec 2022 y Terrazas Origen Los Chacayes 2022.
