Mande Picantes, puro placer para los fans del ardor
Mande Picantes, puro placer para los fans del ardor. ¡Atención paladares enchilados! Este es el emprendimiento de dos jóvenes que cultivan diversas variedades de pimientos y elaboran en Morón salsas y mermeladas que la rompen. ¡Salud y picor!
Mande Picantes es una historia de amor. Los protagonistas son Vicky Maciel y Lucas Olivieri, dos jóvenes emprendedores que flashearon con los chiles luego de un viaje a México en 2017. Una noche en Tulum fue el antes y el después: en una fonda autóctona probaron un dip de habaneros en aceite. La sensación les quebró el paladar y el cerebro: “Esto tenemos que hacer cuando volvamos”, dijeron al unísono.
Volaron con varias semillas en el bolsillo y comenzaron a cultivar poquitas plantas en el jardín de su casa, en Castelar. “Al principio era un hobby, pero con el tiempo empezamos a hacer salsitas que nuestros amigos elogiaban mucho”, cuenta Lucas.
La cosa se puso picante y seria: “Empezamos a probar recetas, veíamos todos los videos en YouTube que se nos cruzaban. Un amigo sugirió que hiciéramos conservas para vender y nos regaló el nombre: Mande, tal como dicen servicialmente en México”, dice.
Vicky y Lucas en pleno cultivo de pimientos.
Mande Picantes: del hobby al expertise picoso
“Hace casi 10 años que estamos juntos, y a mí siempre me gustó sembrar distintas cosas en el fondo de casa con las semillas que entrega gratis el INTA, en el programa Pro-Huerta. Un día Vicky me sugirió hacer una tecnicatura que se daba en la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), donde ella estudiaba Veterinaria. Al poco tiempo los dos decidimos estudiar juntos la Tecnicatura en Producción Vegetal Orgánica de la FAUBA”.
Ese fue el principio, porque todo el tiempo están sumando conocimiento sobre cultivos, biodinamia, producción, ecología, microbiología, suelo.
A partir del 2018, formaron parte de un grupo de alumnos de la tecnicatura que cursaban, quienes iban a trabajar en un terreno de 1000 mts2 en la Estación Experimental AMBA de Ituzaingó. Al poco tiempo, solo quedaron ellos dos y profundizaron su cultivo de pimientos.
“Nuestra carrera es mucho más corta que Agronomía y tiene un enfoque distinto. Implica una forma diferente de aprovechar los recursos. Una visión productiva, pero que apunta a la conservación y revalorización de ambiente y suelos. También nos atraviesa el paradigma agroecológico, un poco porque en la facultad nos lo inculcaron y otro poco porque fuimos adquiriendo de manera independiente conocimientos y lecturas que nos convencieron de que es el camino a seguir”, comenta Lucas.
Los chiles, el amor definitivo
Mande Picantes nació formalmente a mediados de 2020. “Además del sabor, somos fans de las plantas de chiles. Son hermosas, ¡los frutos que dan tienen unos colores, formas y texturas alucinantes!”, dicen.
El camino los fue llevando: “Aprendimos de biodinamia, huertas, jardinería y todo lo que pudimos. Creemos que la agricultura biodinámica es la cúspide de la agronomía, el sistema más acabado (aunque claramente todo está en construcción) y que más encaja con los que queremos para nuestra vida y nuestros cultivos. Sin embargo, es sumamente complejo y hoy sólo utilizamos una pequeña parte de ese universo. Seguimos el calendario para organizar las tareas y respetamos las fases de la luna pues su influencia está sobradamente demostrada”, cuenta Lucas.
Mande Picantes conservas
En la actualidad cultivan 4 variedades: Jalapeño, Habanero, chile de Árbol y Serrano. “En menor medida, pero con bastante éxito también tenemos plantas de Peperoncino (italiano), Escabeche (o amarillo peruano) y Rocoto (de Bolivia)”, detallan.
“Todas las variedades que utilizamos las cultivamos porque nos gustan. Con el tiempo tuvimos resultados muy satisfactorios y creemos que nuestras semillas ya se están adaptando bien al suelo y clima bonaerense. Llevamos 5 o 6 temporadas sembrando y cosechando las hijas de las hijas de las hijas de nuestras primeras semillas y vemos que cada año se van dando un poco mejor. Siempre seleccionando las mejores plantas del cultivo”, comparte Lucas.
Su producto principal es una salsa agridulce (tanto de Jalapeño como chile de Árbol, Habanero o Rocoto), y surgió frente a la urgencia que planteó la pandemia.
“Veníamos de una temporada muy buena y de repente nos encontramos con decenas de kilos de chiles y sin poder movernos de nuestra casa. Ahí fue cuando Agustín Patelli, nuestro amigo chef, nos sugirió hacer conservas. Los encurtimos en frascos grandes y así los pudimos conservar. De esos mismos frascos después fabricamos las salsas que hoy comercializamos”, afirman.
Más tarde surgió la idea de hacer una mermelada de mango y jalapeño que es un éxito. “También secamos chiles enteros o los molemos y los vendemos de esa forma y estamos haciendo salsa de jalapeño en versión 500 cc para gastronomía. Dependemos de la cosecha, así que nuestra propuesta -aclaran- va cambiando”.
El nuestro es un paladar en desarrollo. En los últimos años, gracias a la globalización de sabores de otras culturas y la llegada de nuevos migrantes, vamos incorporando lentamente más intensidades de picor. Ahora ya no es tan raro encontrar en las verdulerías jengibre, jalapeños, rocotos y más.
“Nosotros vemos que la comida con picante es un pequeño fenómeno en crecimiento y que cada vez tiene más adeptos. Muchos destacan de nuestros productos que no solo aportan picante a las comidas, sino que también dan mucho sabor. Eso es algo que los consumidores agradecen bastante porque muchos de los productos que se comercializan (sobre todo los importados) generan pungencia, pero no aportan nada más al menú”, comenta Lucas.
Entre los proyectos 2023, en Mande Picantes están elaborando una pasta de Habanero verde y una salsa Macha típica de México a base de chiles de Árbol. Ensayan aceites picantes y desean lograr la versión más acabada de una salsa huancaína a base de ají amarillo (la que va con las papas del mismo nombre y el ají de gallina).
Así que foodies, viajados, curiosos y fans de las experiencias gastro tienen ahora nuevos aliados.
Es periodista especializada en gastronomía desde 2006. En Vinómanos escribe sobre restaurantes, entrevista a cocineros y productores, investiga sobre productos y está en permanente contacto con los protagonistas de la escena culinaria nacional. Es editora de libros de cocina en Editorial Planeta y también colabora en distintos medios como La Nación, Forbes, eldiario.ar y Wines of Argentina, entre otros. Trabajó en la producción de Cocineros Argentinos, en la revista El Gourmet, en El Planeta Urbano y fue la editora del suplemento de cocina del diario Tiempo Argentino.