En 1970 Moris denunciaba la hipocresía y la desigualdad social cantándole a la vida de sacrificio de un joven laburante en “Pato trabaja en una carnicería”. Más de medio siglo después, la desigualdad sigue incólume, pero del otro lado del mostrador se multiplican las inquietudes y novedades, como cortes wagyu y dry aged, una Escuela de Sommeliers de Carne y hasta un Mundial de lomos, bifes y entrañas.
Esa vereda de sofisticación es ancha, y acaba de sumar una carnicería premium. Estancia Rafaela es un espacio boutique ubicado en Lomas de San Isidro que, con una cuidada estética, busca convertir cualquier compra en una experiencia lujosa en la que en lugar de carniceros hay “asesores”.
¿Antecedentes internacionales? Tenemos. Pudo haber sido inspiración el caso de Victor Churchill, una carnicería deluxe ubicada en Sidney y con opciones de carne premium, vinos, charcutería y comidas que se pueden degustar en el local.
Otro exponente destacado del rubro es Maison Le Bourdonnec, toda una institución francesa que, en la actualidad, cuenta con varias sucursales. Su nombre refiere a Yves-Marie Le Bourdonnec, reconocido como el “Mejor Carnicero de París” y quien, además de realizar un exhaustivo seguimiento de la materia prima, fue uno de los pioneros en la utilización de carne madurada en esa ciudad.
Un nuevo concepto sobre un legado centenario
Guido Guarino, Gerente de Marketing de Rafaela Alimentos, señala que la inspiración del concepto arquitectónico de Estancia Rafaela proviene de los palacios y estancias de los grandes terratenientes.
Esta elección estética se vincula con los orígenes de la empresa: la carnicería boutique es la unidad de negocios más reciente de la empresa que en 2025 celebra 110 años de trayectoria y tiene a Lario como su marca insignia.
El emprendimiento fue fundado por Don Luigi Fasoli, un inmigrante italiano de Mandello del Lario, al norte de Milán, quien orientó su proyecto a la producción de fiambres. De allí el nombre de esa marca de la empresa, radicada en la ciudad santafesina de Rafaela.

Actualmente, trabajan ganado vacuno y porcino y exportan aproximadamente a 50 países, principalmente de Europa, además de a Estados Unidos e Israel, entre otros.
Además de este esquema exportador, la compañía cuenta con establecimientos de venta al por menor. Sin embargo, algo faltaba: aprovechar al máximo el diferencial de la calidad de la carne y crear una marca de retail premium basada en cortes sellados al vacío.
Agasajar a los clientes
¿En qué consiste la experiencia del cliente que ingresa a Estancia Rafaela?
Queremos que la gente se traslade en un viaje sensorial, que pueda vivir una experiencia a través de los sentidos, con música, pero también con aromas a cuero y madera. Ni hablar del impacto visual del local. No es una carnicería tradicional. Se venden cortes sellados al vacío, y entonces no hay carniceros sino asesores, expertos que conocen del producto a fondo, te van a orientar para cocinar cada corte y te asesoran para cada ocasión, sea una reunión con amigos, un asado para la familia o un evento.
La idea es agasajar a los clientes de modo tal que la experiencia gastronómica comience antes de ese encuentro. Apuntamos a que el hecho de ir a comprar la carne ya sea especial en sí mismo: la vas a pasar bien, te vas a quedar charlando y te vas a querer llevar algo más para agasajar a tus invitados.
¿Tienen pensada una agenda de eventos en el local?
Queremos que haya charlas con especialistas y sommeliers para que cuenten con detalle los vinos ideales para acompañar los distintos cortes, o hacer noches de coctelería y degustaciones.

La carne tienta: alimentación premium y alta calidad
Guarino da cuenta de las principales características de la carne que comercializa Estancia Rafaela: “Proviene de novillos chicos hasta 380 kg, de raza británica. A lo largo de la vida del animal, se cría a pasto y, los últimos meses, a grano. De esta manera, se logra un marmoleo ideal de grasa muscular que brinda jugosidad, terneza y sabor. Además, somos muy rigurosos con la selección, porque queremos garantizar el mejor producto posible», destaca.
¿Hay énfasis en aquellos cortes que se han puesto de moda en los últimos años?
Contamos con una propuesta súper amplia de cortes vacunos y porcinos. Dentro de los vacunos, tenemos desde asado, banderita u ojo de bife, hasta algunos más innovadores como T-Bone, Prime Rib o un Tomahawk.
¿Qué más encuentra quien se acerque a la Estancia? ¿Cómo se complementan los cortes?
Además de los cortes, achuras y productos parrilleros contamos con todos los fiambres de la línea premium Lario Centenario y quesos con marca propia, especialmente Brie, Camembert y Próvola. Además, trabajamos con la bodega Catena Zapata y vendemos las etiquetas de su línea superior.
¿Tienen servicio especial para restaurantes y grandes eventos?
Tenemos pensado hacer una división entre el consumidor de barrio y los restaurantes y eventos. Queremos llevar las degustaciones hacia el Golf Club o el Hipódromo, por ejemplo. También queremos que el cliente, dentro de un tiempo, pueda tener catering a domicilio. Empezamos en San Isidro por el tipo de público: un consumidor muy demandante, muy informado, que exige calidad, atención, servicio. La idea es seguir abriendo algunos locales más en la zona norte de Buenos Aires; luego ir hacia la zona norte de CABA y después continuar con un modelo de franquicias.
¿Planean vender en el exterior?
Queremos abrir locales en Madrid, Nueva York y en otras ciudades en donde se valore mucho nuestra carne.
GPS
Estancia Rafaela
