Miraval es una bodega situada en Provence, Francia, cuyos viñedos están siendo tironeados como botín de guerra por dos estrellas de Hollywood: Angelina Jolie y Brad Pitt.
Las copas que un día se levantaron para celebrar evidentemente no eran irrompibles.
Ambas celebrities habían comprado en 2008 el château, ubicado a pocos kilómetros de Saint Tropez, que fue incluso escenario de su exclusiva boda en 2014, con la presencia de sus 6 hijos e hijas.
Siempre central en sus vidas, el lugar es, ahora, eje del divorcio y el juicio por la custodia de la descendencia común, en un proceso que lleva ya más de dos años.

Brad Pitt y Angelina Jolie, en el ring
Siete años después de separarse, la división de bienes de Jolie y Pitt está lejos de resolverse. “Negocia con ilusiones, no con tierra y uvas”, habría dicho Angelina sobre su ex, en alusión a los viñedos comunes de la Provenza y como parte de un escrito judicial.
Primero, Jolie había acusado al actor de bloquear la venta del Château Miraval; meses después, en febrero de 2022, Pitt denunció a su ex mujer por haber vendido su parte del viñedo al empresario ruso Yuri Shefler sin previo aviso, a pesar de que habían acordado no comercializar nada de de esas parcelas sin el permiso del otro.

Y ahí empezó el baile de las contrademandas: la actriz alegó que nunca existió ese acuerdo y que decidió vender su parte de la bodega para tener “independencia financiera y alguna forma de paz”, y lograr así “cerrar ese capítulo profundamente doloroso y traumático” de su vida y la de sus hijos.
Pero los abogados de Pitt calificaron la venta como una “venganza” después de “un fallo de custodia adverso”. Su ex contraatacó definiéndolo como un “niño petulante”, un apelativo bien lejos del que usa el actor para autodefinirse: “Enólogo”.
En una entrevista ofrecida en 2014, el intérprete de Érase una vez en Hollywood había dicho: “Ahora soy agricultor. Me encanta aprender sobre la tierra y qué campo es más adecuado para qué uva: ¿Estamos cosechando hoy? ¿Cómo es la acidez? ¿Va a llover? Ha sido una escuela para mí”.
“Solo visitó los viñedos para admirar el trabajo de los trabajadores franceses que realmente hacían que el negocio fuera exitoso, Pitt no es un viticultor”, retrucaron los asesores legales de Jolie.

Sin embargo, en septiembre de 2022, el actor fundó su propia marca de cosmética natural con productos fabricados a partir de las uvas de sus viñedos de Provence: Le Domaine, una línea antiedad unisex y sostenible, porque se comercializa en envases recargables con tapas hechas de… barriles de vino. Una forma de sacarle hasta la última gota a las barricas de la bodega.
Cómo es el viñedo
Al parecer, el viñedo por el que ahora tironean ambos les costó u$s 60 millones. Se dice que inicialmente Jolie tenía el 40% de las acciones, pero que antes de su matrimonio él le transfirió a la protagonista de Maléfica un 10% adicional a cambio de un euro, para que ambos tuvieran partes iguales.
Château Miraval es una propiedad de 500 hectáreas con una mansión, rodeada de bosques, olivos y del viñedo, que ocupa 30 hectáreas.
Lo particular del lugar es que la mansión (que tiene 35 dormitorios, spa, jacuzzi, gimnasios, lago y piscina) fue un estudio de grabación por el cual pasaron Pink Floyd, Sting, Sade, Los Cranberries y Los Gypsy King.

“Es una finca maravillosa y excepcional de la que me enamoré y en la que sigo invirtiendo para convertirla en una de las mejores fincas de la Provenza… No es solo una tendencia pasajera”, había declarado Pitt con astucia, tal vez, anticipándose a lo que se le venía.
Ajenas a rencores y despechos, las uvas de Miraval siguen madurando al sol del verano francés.
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