
Asia siempre estuvo lejos. Sólo que desde hace unos meses, cuando abrió el nuevo restaurante Punch Curry Bar, con ir hasta Palermo llegás a Madrás, Dheli o Bangkok. Una cosa es segura: cuando huelas y pruebes los platos, pedirás que te sellen el pasaporte de esta nueva experiencia.
Para eso estará el anfitrión, Marcelo Moreno (dueño de restaurantes pioneros en esta cocina como Lotus Neo Thai y Lulu´s Bar Thai Food en el bajo de San Isidro), quien posee gran conocimiento sobre esta gastronomía. La fórmula de Punch Curry Bar lleva a buen puerto: elegís tus platos favoritos de una pizarra y, beeper en mano, te sentás a esperar que suene para saber que tu pedido está listo.
¿Qué pedir?
Todos los curries, el curry
Punch Curry Bar, como su nombre lo indica, elabora curries. Habrás escuchado varias veces hablar de ellos: por un lado se trata de un blend de especias de sabor y aromas intensos; pero también se utiliza como nombre de diversos guisos característicos de la India y de gran parte del sudeste asiático, especialmente de Tailandia.
El origen del curry es muy antiguo y, como tantos otros platos, es fruto de innumerables influencias (mercaderes portugueses, chinos, asiáticos, ingleses y los productos que viajaron con ellos). Sólo citemos un ejemplo: ¿qué sería de la receta del curry sin el chile americano?
De perfumes lejanos
Los curries de Punch pertenecen a dos grandes familias: “los de la India son muy aromáticos porque se hacen tradicionalmente con mezclas de especias en polvo, como el garam masala, entre infinitas otras. Y los de Tailandia son frescos, porque se elaboran a bases de chiles, hierbas y raíces (cilantro, comino, pimentón, jengibre, galanga, lemongrass, echalotte, ajo y más). Antiguamente todo eso se molía en un mortero y hoy siguen siendo las bases de nuestras pastas madres para hacer curry rojo y verde. Yo soy muy fiel a los ingredientes de las recetas emblemáticas, no vale la pena querer mejorar algo que es muy bueno”, cuenta Marcelo. Un plus: todos los días hacen la leche de coco casera con una antigua receta tai.
Se pueden elegir distintos caminos: como entrada pedí unos Sate Kai, pinchos de pollo marinados a la plancha con salsa agridulce de pepinos y picante de maní ($270) y unos Gung hom pha (langostinos envueltos fritos con salsa agridulce de tamarindo y soja y ajo, $270). O ir directo a los curries y elegir entre los rojos y verdes de Tailandia o los Tikka Masala de la India. Hay distintas opciones con pollo, lomo, langostinos, cordero o solo de vegetales; $400 promedio.
Y si ya volviste y querés probar otras cosas, el Pad Thai (wok con fideos de arroz salteados con pollo cerdo y camarón que sale impecable, $390) es una gran elección.
Las bebidas sugeridas son cervezas artesanales y una propuesta breve pero efectiva de vinos (Moreno prefiere los rosados o blancos como Torrontés para maridar sus platos).
Párrafo especial merecen las sopas: no podés pasar por Punch sin probar la Tom Yam Gung (sopa clara de langostinos y lemongrass $350) o una Tom Ka Kai (sopa de pollo y leche de coco $290). Después, todo será felicidad.
GPS: Costa Rica 4818. Tel.: 3981-1101 / @punchcurrybar