Descripción

Hans Vinding Diers en estado libre. Así es Noemia Malbec 2019, un tinto que describe una continuidad lógica del 2018 que ya nos había encantado. Lógica, porque afina con mayor precisión lo que el gringo llama “elevage”. Con uvas de un viñedo de 1932 plantado en Mainque, Río Negro, el vino fermenta en tonel abierto con 30% de racimo entero y luego se cría toneles y foudres por un año; al cabo, barrica usada por dos meses para asentarse. Combian terruño y crianza como todo gran vino. En aromas parte por las ciruela, guinda y cereza fresca, con perfume de violetas y trazo de té negro, tan puros como matizados por la crianza. Lo mejor está por venir: con un balance preciso, es difícil separar y analizarlo, de forma que el final largo y complejo de sabores, se define por el todo más que por las partes.