Descripción
Cuando se camina el viñedo Adrianna, en Gualtallary, se llega a un punto en el que lo cruza un arroyo seco. Allí, en la margen sur y en la pendiente hay una parcela de 2,6 hectáreas plantada con Malbec sobre el lecho pedregoso. De ahí esta joyita que combina terroir y enología con maestría: complejo, ofrece hierbas cordilleranas con frutas rojas y matiz floral, que en boca sorprende por intensidad, frescura jugosa y cierta delgadez. En palabras de Alejandro Vigil, quien elabora desde 2004: “Tiendo a pensar que el Malbec se comporta como un Pinot Noir en muchos aspectos. Elaboro con racimo entero y maceración corta, inspirado en Chambolle-Musigny, Côte D’Or”, dice.
Joan Balnch –
Muy buen vino hace tiempo que lo estaba buscando y hace unos días lo encontré.