Las bebidas alcohólicas con burbujas seguramente te plantean muchos interrogantes que acá te resolvemos.
Preguntas y respuestas sobre el champagne, vino espumante y espumoso
¿Vino espumoso o espumante?
De acuerdo con la Real Academia Española, debe decirse espumoso ya que esa palabra refiere a la bebida que tiene espuma. Espumante, en cambio, alude a una sustancia que la genera (por ejemplo, un jabón). Ahora bien, en la práctica suele decirse de ambas formas.
¿Qué es vino espumoso? ¿Cuál es el vino espumoso?
Los vinos espumosos son vinos con gas que se obtiene por una segunda fermentación dentro de la botella, o en depósitos cerrados. El CO2 que se produce se disuelve en el líquido y da origen a las burbujas.
¿Champagne es igual que vino espumoso?
Sí, aunque si bien todo champagne es vino espumoso, no todo espumoso es champagne. Champagne es exclusivamente la bebida espumosa que se elabora en la AOC Champagne, Francia. Sin embargo, como fue la primera en su tipo, funciona como un genérico para bebidas espumosas. Algo que indigna a los franceses, que son estrictos en materia de denominación de origen (con razón), pero que les soluciona un problema a los bebedores del mundo. O casi. Porque si uno pide champagne en algún rincón del mundo traerán y cobrarán el francés.
¿Vino espumoso es igual a champagne?
El champagne es un tipo de vino espumoso. En la meseta al noreste de París, se producen uvas con destino a espumoso, con Chardonnay y Pinot Noir a la cabeza, aunque abunda el Pinot Meunier. Con un viñedo de 34.000 hectáreas, la región de Champagne se especializa en la elaboración de burbujas por el método tradicional de fermentación en botella. De hecho, son quienes lo inventaron a fines del siglo XVIII. Productores prestigiosos como Dom Perignon, Krug, Taitinger, Pierre Jouet y Cristal son responsables de la fama del champagne. Tres son las categorías elementales a manejar de la región: Blanc de Noir, con base de Pinot Noir y cierta estructura; Blanc de blancs, elaborados con Chardonnay y los que forman la crema de las burbujas;y Millesime, es decir, de una misma vendimia.
¿El vino espumante es champagne? ¿El vino espumoso es champagne?
En la legislación francesa, todos aquellos espumantes elaborados por el método tradicional que no estén elaborados en la región de Champagne se llaman Cremant. Originalmente, Cremant se denominaba a los champagnes con un poco menos de gas, pero la tradición y el tiempo derivaron su uso a las burbujas que están elaboradas fuera de la famosa denominación. ¿Cuáles Cremant son más reputados? Cremant de Alsace, Cremant de Limoux, Cremant de Bourgogne y Cremant de la Loire, cada uno con su especificidad de sabor. Raros en nuestro país, aunque se puede encontrar alguna botella en Argentina.
¿Cómo guardar un vino espumoso?
Lo mejor es conservar las botellas en un lugar fresco, seco y sin influencia de la luz y el calor. Hay quienes sugieren que los espumosos podrían guardarse en mejores condiciones parados que acostados. Se recomienda servirlos bien fríos, a una temperatura de entre 5°C y 8°C, para evitar que pierdan sus matices aromáticos y su finura. Es por eso que se indica enfriarlos en la heladera unas 4 o 5 horas antes de consumirlos.
¿Qué pasa si un vino espumoso se congela?
Si los espumosos se enfrían demasiado, es más lo que adormecen la lengua que el sabor que prodigan. Es ideal que no se congelen y servirlos cuando estén entre 5°C y 8°C. Truco para enfriado rápido: en el freezer, envuelto en un paño húmedo, un espumoso llega a su punto justo en unos 30/35 minutos.
¿Cómo abrir vino espumoso?
Hay que tomar algunas precauciones, como sostener la mano en todo momento sobre el corcho, no agitar la botella, quitar la cápsula que cubre el cuello y aflojar suavemente el alambre, siempre sosteniendo el corcho. Luego, girar la botella, no el tapón. Si se rompe, agujerearlo para que escape un poco de gas y utilizar, con cuidado, un sacacorchos.

¿Cómo tapar un vino espumoso?
Conviene presionar firmemente el corcho, girándolo dentro del pico de la botella, como si se lo enroscara. Es probable que cueste ya que se expande después de haber saltado de la botella; en ese caso, es buen consejo hacerle una cuña. Para que no vuelva a saltar, se puede usar el bozal otra vez pero puede ser riesgoso y habría que atarlo muy cuidadosamente. Otra opción es la de usar tapones especiales para las botellas de espumosos que se consiguen en vinotecas o bazares.
¿El vino espumante vence?
En general los espumosos pueden añejarse sin problema cuando son productos de calidad, pero no los Charmat, que son elaborados para un consumo fresco. Pero los demás pueden envejecer bien. No obstante, se recomienda tomarlos antes de los dos años de elaborados porque después de ese lapso pueden perder gas carbónico y, por lo tanto, tener burbujas menos firmes. A menos, claro, que no estén degollados –aún conservan la tapa corona del proceso de elaboración y las borras dentro– en cuyo caso se pueden guardar largamente. En la Champagne se habla de dos etapas de la madurez: a los 10 años y a los 20. Definen perfiles diferentes de sabor.
¿Vino espumoso con qué se acompaña? ¿Con qué acompañar vino espumoso?
El espumante es un producto muy versátil que puede acompañar tanto carnes rojas o blancas como pescados o pastas. Funciona como aperitivo, se puede disfrutar con postres y es el compañero ideal del sushi. Para maridar con carnes rojas, se recomiendan espumantes con mayor estructura y más complejos, y para comidas con carnes blancas, un excelente compañero puede ser un Brut Rosé. Para postres helados, tartas de frutas y chocolates, se sugiere un Extra Brut.
¿Qué vino espumoso me recomiendan?
En el mercado argentino los espumosos no tienen (todavía) un nombre propio. Pero se producen muchas y muy buenas burbujas en todos los estilos. Desde los elaborados por segunda fermentación en botella, levadurales y evolucionados, como Rosell Boher o Cruzat, hasta los tipo Charmat, al estilo Prosecco, aunque producidos con uvas francesas y no tanto, como Deseado, Chandon Extra Brut o Nieto Senetiner Brut Nature.
¿Hay vinos espumosos en Alemania?
Sekt es como llaman los alemanes a sus espumosos. Desde la apertura en ese país de la primera bodega dedicada a las burbujas, en 1826, adoran la chispa que el gas produce en sus vinos. La legislación alemana, sin embargo, reconoce que el sekt es un trabajo de estilo en el que el productor es gran parte del éxito. Por eso, una de las condiciones especiales es que no pueden incluirse uvas de terceros y que debe haber fermentado en botella siguiendo el método tradicional. Como en Argentina, los espumosos se organizan también por escala de dulzor, desde muy secos, como brut nature (3g/l), a muy dulces como semi dry o mild (más de 50g/l).
¿Qué son los cava?
Los cava son los vinos con burbujas en España. Cuenta la leyenda que cuando el negocio de las burbujas en Catalunya cobraba vuelo, en un café del pequeño poblado de Sant Sadurní d’Anoia, allá por 1972, los Ferrer negociaron con los Raventós el nombre que tendrían las burbujas de cada uno de los que ya eran gigantes: respectivamente, Freixenet y Codorniu. Las dos bodegas tenían cavas y parecía natural usar ese nombre para “el vino de cava”. Las uvas básicas son las blancas nativas como Macabeo, Xarel·lo y Parellada, a las que sumaron luego las malvasías y las francesas Chardonnay y Pinot Noir. Hoy se lo puede producir casi en cualquier rincón de España. Se elabora por fermentación en botella, el sabor es de levadura y brioche, y la clasificación de azúcar emplea los mismos nombres que en Argentina: Brut Nature, Extra brut y tal. Las dos grandes marcas están presentes en nuestro mercado.
¿Qué son los Proseccos y qué Prosecco se consigue en Argentina?
Los italianos no se quedaron atrás y también elaboraron burbujas, aunque con practicidad piamontesa: los Proseccos hoy dominan la escena mundial por la sencilla razón de su frescura y perfil frutado chispeante. Emplean una uva blanca llamada Glera que, si bien se cultiva en toda Italia, sólo en la zona del Friuli puede resultar en un vino llamado Prosecco. El método de elaboración es en tanque, por lo que en la toma de espuma manda el sabor de la uva y no el de las levaduras. Las categorías pueden parecer engañosas para nuestros ojos: se etiquetan como Brut (hasta 15 g de azúcar residual), Extra seco (de 15 a 20 g), o Seco (de 20 a 35 g). En Argentina se consigue Zerdetto.
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