vinos de futbolistas

Los “botivinos”: cada vez más futbolistas descorchan en el área etílica

Los “botivinos”: cada vez más futbolistas descorchan en el área etílica. Te armamos una selección de etiquetas que gana por goleada. Tirando paredes con enólogos, los astros de la redonda disfrutan de jugar a ser winemakers.

Notas de vinos, Vinos

Había roqueros, cineastas, basquetbolistas y hasta traperos con vinos propios. Maradona incluso había sacado un tinto barato tiempo atrás que ahora –magias de la mano de Dios, de la escasez y de Mercado Libre– cotiza como un gran vin. El rústico José Luis Chilavert también tuvo el suyo. 

Pero si algo sorprendió en este último tiempo es que algunos futbolistas patearon desde afuera del área del vino, cruzaron la barrera con potencia y precisión y se metieron de lleno en el mundo de las copas. Sí, llegaron los vinos de futbolistas.

Hay muchos futbolistas en el mundo que patean botellas. Entre los casos más resonantes está David “El Mago” Silva, quien elabora en Canarias Tamerán; cerca en el planisferio, su par Andrés Iniesta embotella “Corazón Loco” en Castilla La Mancha.

Vinos de futbolistas: el vestuario local 

Hace un par de semanas se conoció una noticia a nivel nacional. Marcelo “Muñeco” Gallardo lanzó su propio vino: MG, elaborado por David Bonomi en Bodega Norton. Se trata de un blend de Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot cosecha 2017, añejado 14 meses en barricas de roble francés. 

vinos de futbolistas
MG, el vino de Marcelo Gallardo elaborado por David Bonomi en Bodega Norton.

Según declara la marca, por su estilo “elegante y sofisticado, remite a la trayectoria y experiencia de Gallardo como director técnico del Club Atlético River Plate”. Oportunamente comunicado antes del reciente superclásico, más de uno habrá brindando a su salud. 

Lejos de ser el único, la tendencia parece ganar volumen. Apenas unas semanas antes, otro as del balompié salía al cruce de las noticias como buen defensor que fue: Rolando Schiavi, la guadaña que segaba el campo de Boca Juniors, a su retiro cambió de herramienta y, ahora sacacorchos en mano, descabeza sus flamantes tintos. ¿Cómo se llama el vino? Último Hombre Malbec 2018, como no podía ser de otra manera. 

Desde el corazón de esta etiqueta explican: “Último Hombre representa la posición en la que el Flaco jugaba dentro de la cancha, pero además el espíritu tenaz de un emprendedor nato, que primero recorrió el mundo con una pelota de fútbol y ahora piensa hacerlo con su propia marca de vinos”.

Más jugadas maestras

Tiempo atrás, sin embargo, otro aguerrido defensor se tiró al pasto de los productores de vino. Nicolás Burdisso es, hasta ahora, el más férreo defensor en materia de copas. 

Arrancó hace casi una década con un viñedo propio en Gualtallary, donde armó su campo. Le llamó Vinos de Potrero, en alusión a que el terroir es el equivalente a las canchas donde se forman los cracks del fútbol. Sus vinos, de tensión y musculada precisión, recuerdan al clínico defensor.

Pero si del área chica se trata, trascendió en los últimos días que otro millonario le pone el guante al vino. Hablamos de Franco Armani, quien al parecer usaría un pulpo en las etiquetas en alusión a su capacidad para atajar, aunque el vino llevaría su nombre impreso. Que no se diga que el casildense no tiene autoestima.

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Rolando Schiavi, de Boca Juniors a elaborar su vino propio: Hombre Malbec 2018.

También dentro del team Millonario hubo otra figura histórica asociada al vino. No hablamos del Burrito Ortega, sino del uruguayo Enzo Francescoli, quien en su momento lanzó Inmenzo 2014, un blend de Malbec con Petit Verdot, elegido por él mismo.

Según publicó el diario Los Andes de Mendoza, entre los delanteros que están formados para entrarle a las otras copas –las de vino– está Lautaro “El Toro” Martínez. Lejos del Toro Viejo, el delantero del Inter de Milán nacido en Bahía Blanca echó raíces en Las Compuertas, donde compró viñedo y cría sus vinos. 

La marca aún no trascendió, aunque está claro que no hará ningún juego con el bovino que le dio el apodo. Todo lo contrario: va por la alta gama.

Si los jugadores tiran sus gambetas entre las botellas, los clubes no se quedan atrás. Boca Juniors lanzó en 2019 sus propios vinos de alta gama. Tres ejemplares –dos Malbec y un blend– que se vendían sólo a los socios en forma directa. También Racing y hasta el Barcelona Fútbol Club tienen el suyo, elaborado por Estancia Mendoza.

Con todo, faltaba el vino del astro del momento, Lionel Messi, quien ahora despliega magia en el Paris Saint-Germain. El vino en cuestión está relacionado a la Fundación Messi y se llama L10 Malbec. Lo elabora Bianchi y devenga dividendos y beneficios a las partes involucradas.

Aún no está claro qué motiva a los jugadores a elaborar tantos sus vinos de futbolistas, más allá del gusto personal. Lo que sí va quedando claro es que, lejos de ser un capricho, como los autos caros, los aviones y las marcas de lujo, el vino es un terreno donde los astros de la pelota marcan goles. 

Y así como en su momento a las chicas que pescaban romances de vestuarios se las llamó botineras, quizás llegue el día en que se hable de los botivinos. Quién sabe. Lo único cierto es que en materia de fútbol y vino, no solo los wines van por las copas. ¿Habrá más vinos de futbolistas en el futuro?

Autor

  • Joaquín Hidalgo

    Es periodista y enólogo y escribe como cata: busca curiosidades, experimenta con formatos y habla sin rodeos de lo que le gusta y lo que no. Lleva más de veinte años en esto. Lo leen en Vinómanos (plataforma que fundó en 2013) o bien en medios nacionales, como La Nación y La Mañana de Neuquén. Desde 2019 es el crítico para Sudamérica de Vinous.com (EE.UU.).

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