A quienes le gusta leer, comer y beber –como podría haber titulado Buscaglia en otro tiempo– encuentran en los anaqueles de las librerías algunos ejemplares renovados a los que meterse de lleno.
En estos cinco ejemplares que siguen, podrá estar algunas de sus futuras compras.
Carniceros de oficio. El fotógrafo Eduardo Torres y su hijo, Pablo Torres, también fotógrafo, pasan sus cámaras por las chairas y mármoles de algunas carnicerías emblemáticas para retratar a sus principales protagonistas. Al mismo tiempo, retratan con el ojo claroscurista a los que no tiene acostumbrado su genio a algunas de las figuras de la cocina contemporánea, desde Francis Mallmann y Dolli Irigoyen a Juan Bracelli y Mauro Collagreco.
Así, el libro desposta el vicio de los argentinos por la carne en manos de quienes lo hacen posible y sazona las piezas con recetas de los referentes culinarios locales. Editado por Catapulta ($890), Carniceros de oficio es una obra delicada de fotografía, que empeña sus páginas al filo de las cuchillas y con el ruido de la sierra para los huesos. A punto o jugoso, se recorre con verdadera gula página a página.
Inteligencia culinaria. A los lectores del vino y la gastronomía nos abruma la misma pregunta que llevó a Peter Kaminsky a escribir Inteligencia Culinaria –finalmente editado en la Argentina por Tusquets, $389–: ¿es posible sobrellevar la idea de una comida gourmet y deliciosa con la idea de una comida sana? Kamisnky demuestra que sí. Y va más allá, al proponer un camino para combinar la alimentación con el placer. Kaminsky, por muchos años crítico gastronómico de New York Times llegó a una crisis con su profesión cuando la salud le dijo basta.
Y se encontró al borde de quedarse sin trabajo y sin placer gastronómico hasta que, al cabo de mucho meditar, llegó a desarrollar su inteligencia culinaria: un método, una propuesta y al mismo tiempo una profunda reflexión sobre el placer y la alimentación, que cruza este libro, mezcla rara de ensayo, biografía y crónica. Imperdible.
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Clorofilia. Si la cryptonita debilitaba a Superman, la clorofila energiza y enamora a Máximo Cabrera, autor de un curioso libro de jugos energizantes, tonificantes y detox. Para quienes conocen el trabajo de Cabrera con semillas activadas y cocina raw –tuvo el primer restaurante en la materia y es formador clave en la movida crudista local– la visión sobre la alimentación y los productos de este cocinero no los tomará por sopresa.
Quienes no conozcan del tema, se encontrarán con un libro de deliciosas rarezas: más de 150 recetas y un sistema creativo que ordena los ingredientes entre principales, aleatorios y lúdicos para realizar infinitas combinaciones de licuados, jugos, sopas frías y calientes, papillas, leches y yogures vegetales, bebidas fermentadas, sodas probióticas y otras preparaciones. ¿Un plus? La fotografía de Eugenio Mazzinghi, quien capta colores que no sabíamos que existían en los jugos. Metele frutas a tu próximo detox con este libro. Publica Planeta, lo comprás por 499 pesos.
El vino en zapatillas, “Nuevas formas de producción y consumo en Argentina”. Editorial Albatros lanzó el nuevo libro de la periodista Sabrina Cuculiansky, cuya pasión del café encuentra esta vez en el vino una vertiente de exploración. La autora se pregunta en el primer capítulo, “¿De qué habla un consumidor cuando habla de vinos? Básicamente, de algo sobre lo que sabe.” Y el libro avanza sobre la tesitura de cómo hoy existe una correspondencia entre innovación en la oferta y unos consumidores involucrados en el conocimiento que propone esa oferta.
De buena factura, con fotografías que transmiten la sensación de estar ahí, sumado a detalles de diseño, resulta un libro de y para la gente del vino. ¿El mérito? Pone por escrito lo que se dice y habla en los pasillos del vino, justo cuando más se discute el rol de la comunicación y la llegada a los consumidores. Si te interesa entrar en al discusión, El vino en zapatillas aborda la visión que la industria tiene de si misma. Lo pagás 390 pesos.
Viñedo Único. ¿Cómo lucirá un viñedo a los ojos de un único pintor y a lo largo de las estaciones? Esa podría ser la premisa de este libro. Un ensayo para el viñedo Adrianna, que la familia Catena Zapata tiene en Gualtallary, bajo el ojo atento y colorido de Ariel Mlynatzewicz, amigo de la familia Catena desde hace muchos años.
Presentado hace cosa de un mes en el museo Fortabat –con una selección de los cuadros que componen el libro–, hay que decir que el libro le hace algo de justicia a los cuadros. Y que los cuadros, a su vez, le hacen justicia al viñedo, cuyos cruces de colores, cielos y pendientes viven en una la paleta vibrante del pintor. Sin ser especialistas en la materia, damos fe de una cosa: por esos misterios curiosos que tiene el arte, las pinturas dan nueva vida y relieve a un lugar único que tiene vida y relieve. Si te gusta los vinos y los cuadros, este libro puede ser un buen consuelo. Edita Catapulta y cuesta 1.100 pesos.